La logomanía nos invade, pero ello no es solo cuestión de moda o simplemente la forma de anunciar la marca o la posición económica de quien lleva las prendas, como carteras, maletas, ropa, zapatos y otros accesorios, sino que va más allá…
Actualmente ha regresado con fuerza la logomanía, con la finalidad de proteger los productos de diseñador, en particular porque en algunos países como EE.UU. la protección de diseño es muy complicado, debido a las leyes de propiedad intelectual no protegen el diseño de artículos útiles, entre ellos la ropa.
Existen las patentes de diseño, sin embargo estas son muy costosas y con la rapidez con las que se mueven las “fast fashion” en este mundo de la moda, mientras se realizaría el trámite de patente de diseño, los mismos ya estarían exhibiéndose en los distintos escaparates del mundo, es por este motivo que los diseñadores han decidido hacerle frente a los imitadores, incentivando la logomanía en todos los productos.
La logomanía ha existido hace muchos años, una de las primeras marcas en usar el logo en sus productos es Louis Vuitton, quien desde sus orígenes empezó a buscar formas de protección frente a los falsificadores, la impresión de su logo está protegida por ley, así como su monograma de LV con estrellas y flores, con estas impresiones la marca sabía que era más complicado para los imitadores crear productos similares sin infringir la ley de marcas.
Las marcas ya se dieron cuenta que con la ayuda de la logomanía es más fácil evidenciar el mal actuar de los falsificadores y también ayuda a limitar el uso abusivo de algunos “fast fashion” que generalmente sacan al mercado productos “similares”.
Si un imitador copia también el logo o un monograma sería mucho más fácil iniciar un proceso por uso ilegal de logotipo.
Los consumidores no lo ven como una estrategia legal sino como una tendencia.